Por qué corcovean los caballos
Por David Alonso
Todos los que montamos a caballo seguramente hemos experimentado en algún momento el reparo o corcovo de un caballo y tal vez con un desenlace no muy agradable a ras de suelo. Cuando esto sucede, la mayoría de las personas inmediatamente piensan que el caballo es un canijo y que lo hace a propósito para deshacerse de nosotros de su lomo. A continuación quiero explicar lo que realmente sucede bajo el entendimiento etológico de este comportamiento.
En la mayoría de los caballos que llevan a mis clínicas o que por alguna razón me toca montar, me doy cuenta que el inicio de su doma está construida sobre cimientos de paja, y con esto me refiero a que no solamente se debe de trabajar en lo físico sino también en lo emocional, o mejor dicho, una cosa te debe de llevar a la otra y a continuación lo explico.
Siempre debemos de partir del entendimiento de la esencia del caballo, es decir, que es un animal presa y por lo tanto es una animal que en la huida encuentra una defensa a sus temores, por lo tanto, gran parte de su energía y sensibilidad se concentra en la zona de sus posteriores. Si un caballo nuevo que traemos montado por alguna razón se asusta, su primera reacción será salir corriendo y si nosotros estorbamos su propósito, iniciará el corcovo para quitarse al jinete y si puede también la montura. Bajo la situación mencionada el caballo tuvo una reacción descontrolada a la emoción miedo, por lo tanto, cuando utilizamos herramientas como bolsas, lonas y otros estímulos es con la finalidad de ir quitando ese nivel de reactividad del animal (desensibilización), al mismo tiempo que le vamos enseñando a controlar la emoción sobre el instinto de supervivencia. En muchos casos se llega a tener un caballo que se vuelve muy confiable porque realmente se cumplió el propósito, pero en otros no y esto se debe a que la(s) técnica(s) para desensibilizar no fueron las correctas.
Un factor adicional que pasamos por alto, es que por ser animal presa como mencionamos, el caballo tiene en su ADN grabado su instinto de conservación, es decir, cuando dejamos de montar un caballo o cuando pasa mucho tiempo encerrado y está bien comido, el caballo recarga la sensibilidad en sus posteriores y queda habilitado nuevamente para reaccionar ante un posible peligro, sobretodo en caballos menores a 7 años que tienen un perfil inseguro. Esta situación es la que mayormente ocasiona accidentes, pues creemos que por una vez que se desensibilizó el caballo, quedará listo para toda la vida, sin tener en cuenta lo dicho y caer en la confianza.
Con lo anterior, quiero dejar claro que el caballo es muy transparente, nunca miente y la razón para que repare (corcovee) tiene que ver con el miedo o el dolor, o los dos simulatáneamente. Cuando se eleva el nivel de miedo, el caballo a como dé lugar busca zafarse de lo que se lo provoca y si esto está asociado con traer un jinete arriba y le funciona quitárselo de encima, el comportamiento será recurrente.
Por lo mencionado anteriormente, la doma de un potro debe incluir la estimulación a los más diversos objetos que al animal puedan sorprender y quitar toda la sensibilidad que el caballo no necesita en un entorno doméstico y esto incluye la zona del vientre, la entrepierna, corvejones, cañas, cuartillas y hasta llegar al casco. Este proceso no significa que el caballo va quedar insensible (como muchos creen), solamente estaremos eliminando lo que sobra y no nos sirve en su entrenamiento. Incluso, siendo más finos, lo podemos enseñar a reaccionar (aunque suene incongruente la oración). Siempre que el quiera salir descontrolado ante una situación de miedo, hay que enseñarle un camino de nuestra mano que lo va llevar a una situación tranquila, y conforme el se vaya dando cuenta de ello, creceremos en la comunicación y la confianza, elementos indispensables para la doma de cualquier animal, ya sea caballo o mula.
Los accidentes con los caballos casi puedo asegurar que el 90% son originados por nuestra culpa, por no observar el lenguaje corporal del caballo o no entenderlo, por no seguir protocolos, por abusar de ellos, etc. Por lo tanto, antes de darle un adjetivo descalificativo a un caballo por un comportamiento, dese a la tarea de pensar un poco si su conducta de Usted pudo afectar el comportamiento de su caballo.
¡Hasta la próxima!
información tomada de: David Alonso/Doma Natural
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