PROTEGER LOS TENDONES DE UN CABALLO

Los caballos de todas las categorías y, sobre todo, aquellos sometidos a duros programas deportivos están expuestos al riesgo de sufrir alguna lesión en los tendones. Una vigilancia regular y la responsabilidad del jinete puede prevenir este tipo de lesiones, puesto que una lesión en el tendón es irreversible.

Los caballos a partir de diez años son más propensos a sufrir problemas de estas características. Además, a mayor edad más lenta es la recuperación.

El 98 por ciento de los problemas se localizan en las manos y surgen por fallos en los entrenamientos, falta de preparación y exceso de trabajo. Lo ideal es que el caballo tenga un buen músculo flexor para evitar que durante el trabajo utilice el tendón.

Por otra parte, una simple contusión o malos aplomos, es decir una incorrecta distribución del peso, pueden condicionar la salud del tendón.

Existen ciertas prácticas en la rutina diaria del caballo que, sin saberlo están predisponiéndolo a sufrir una tendinitis. El mal uso de los vendajes, las herraduras o la ejecución de los entrenamientos en terrenos defectuosos.

PREVENCIONES:

  • PROTECTORES: Se utilizan en clases de  salto, cross, paseos, incluso en las de doma, protegen los tendones de la caña y los menudillos, de golpes o alcances del propio casco.
  • VENDAS: Están pensadas para calentar los tendones. Las vendas de trabajo deben siempre colocarse con una tensión adecuada y nunca deben permanecer más tiempo del preciso en las extremidades del caballo. Un vendaje mal puesto estrangula la circulación de un tendón y lo lesiona. Las vendas de descanso son buenas porque abrigan las extremidades y estimulan la circulación. Pero hay que tener en cuenta que si todo lo protege, lo debilita y si el caballo perdiera la citada protección podrían producirse inflamaciones. Hay que proteger lo justo y necesario.

DESPUÉS DEL TRABAJO:

Después de trabajar, los tendones están resentidos. Con unos minutos al paso los músculos del caballo se van enfriando poco a poco y evitamos dolores o lesiones. Para recuperar los músculos de nuestro caballo después de un esfuerzo debemos lavar los tendones con agua fría para refrescarlos y aliviarlos.

Finalmente, existen líquidos astringentes para aplicar como relajante muscular y antiinflamatorio.

Información tomada de: Aire Vaquero

Author: Alejandra Navas

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