Los cascos de equitación deberiamos usarlos siempre que montamos a caballo, sin excepciones. Los cascos de hipica deben ser cómodos, bien ajustados, con tres o cuatro puntos de fijación y bien almohadillados. En los cascos de equitación debemos entender que ha de predominar la seguridad y no la estética aún sin renunciar a ella. Los cascos de hipica han de mantenerse limpios. El casco de equitación ha de guardarse en un lugar ventilado. Los cascos de hipica deben ser homologados por la Unión Europea. No deben de tener fisuras ni astillas. Como los cascos de motos después de un golpe fuerte deberiamos cambiarlo por uno nuevo.
Existen, hoy en dia, numerosas marcas de cascos de equitación. Diferentes tipos y estilos, diferentes precios y calidades, para jinetes y amazonas que practican las diferentes disciplinas hípicas. Desde el joven jinete que se inicia en este deporte hasta al jinete experimentado.
A la hora de usarlo hay que tener en cuenta lo siguiente:
-El talle: el casco debe ajustar cómodamente al cráneo, sin apretar, pero sin que se mueva, hay que tener en cuenta el peligro que supone un casco holgado, que con el movimiento del caballo puede llegar a privar de visión.
-Usar el casco sin que vaya abrochado bajo la barbilla no sirve de nada. En caso de caída el casco saldrá despedido y no nos habrá protegido
-El casco suele acumular sudor y suciedad en la parte interna. Es necesario dejarlo secar al aire libre cada día y llevarlo regularmente a la tintorería.
-Debe quedar un espacio entre la cabeza y el fondo del casco que sirva de amortiguación en caso de golpe (para eso es el forro ajustable)
Debemos dejar de lado nuestro orgullo y nuestras aspiraciones estéticas: no hay nada de digno ni de bello en una lesión. Debemos olvidar si justo ayer nos hicimos la planchita, o si el casco me queda muy mal: se trata de la seguridad de uno mismo.
El uso debería ser absolutamente obligatorio en todas las escuelas de equitación.
Comentarios recientes